Preguntas frecuentes
La encía me está bajando y cada vez se me ven los dientes más largos. ¿Significa eso que voy a acabar perdiendo el diente? ¿Se puede tratar?
La retracción gingival tiene varias causas. Muchas veces es consecuencia de un cepillado agresivo y bastará mejorar la técnica para prevenir que la encía siga retrayéndose. Otras veces, encontramos este tipo de problemas en pacientes que llevan o han llevado ortodoncia.
Sin embargo, la causa más común de retracción gingival es la enfermedad periodontal que provoca una destrucción del hueso que a su vez conlleva el movimiento de la encía. En este caso, la ausencia de tratamiento conllevará la pérdida del diente.
Con respecto al tratamiento, como suele suceder, éste es dependiente de la causa. Así, si el diente se encuentra bien posicionado dentro de la boca y no se ha producido pérdida de hueso es muy posible que se consiga recuperar toda esa encía perdida. Sin embargo, cuando ya ha habido pérdida de hueso, entonces será muy difícil o imposible recuperar la situación original.
Se me ven mucho las encías cuando sonrío. ¿Se puede hacer algo para remediarlo?
Existen varias causas que provocan lo que se conoce como «sonrisa gingival», y cada una de ellas tiene un enfoque terapéutico distinto. Tanto si el tratamiento implica únicamente recortar la encía como si además es necesaria la colocación de carillas, el resultado es siempre una sonrisa mejorada.
¿Cada cuánto me tengo que hacer una limpieza de boca?
En general, la mayoría de nuestros pacientes acuden dos veces al año a sus visitas de mantenimiento. En estas visitas se realiza una profilaxis completa y además se actualiza la historia clínica del paciente en busca de posibles recidivas o caries.
Sin embargo, en función de las características propias de cada paciente como serían el padecer algún tipo de enfermedad de carácter general, ser fumador o presentar una alta susceptibilidad genética, este lapso de tiempo podría reducirse hasta un máximo de 4 visitas al año, es decir cada 3 meses.
Qué tengo que hacer tras una cirugía en boca
- No use el cepillo de dientes en la zona de la intervención. El resto de los dientes deben empezar a limpiarse al día siguiente de la cirugía.
- No mastique por el lado de la intervención.
- No tome alimentos demasiado consistentes y duros.
- No se enjuague la boca vigorosamente.
- Si observa algún punto de sutura, evite tocarlo repetidamente con la lengua, porque se aflojará o puede soltarse.
- Las primeras 24-36 horas puede notar molestias en la zona operada, especialmente al desaparecer la anestesia. Estas molestias se controlan generalmente bien con analgésicos suaves (tipo Gelocatil). Recuerde que no es conveniente tomar analgésicos con el estómago vacío.
Es muy posible que la herida rezume un poco de sangre, que la parte de la cara cerca de la zona operada se hinche ligeramente, y que note usted un exceso de salivación. Si observa una franca hemorragia, tome una gasa pequeña y comprima con ella la zona intervenida durante media hora. Si quiere, aunque no suele ser necesario, puede disminuir o evitar la inflamación colocando algunos cubitos de hielo en una bolsita de plástico, y aplicarla sobre la parte de la cara que cubre la zona operada. Mantenga esta compresión durante quince minutos cada hora durante las tres primeras horas después de la intervención. Elimine el exceso de saliva con un pañuelo, pero no escupiéndola, para no comprometer la retención del cemento periodontal.
- La primeras noches después de la intervención, procure dormir con la cabeza algo más elevada de lo normal.
- Aplíquese vaselina u otra pomada lubrificante en la comisura de los labios, tres o cuatro veces al día, si tiene molestias o sensación de labios cortados.
- Como sucede después de cualquier intervención quirúrgica, el reposo de la zona operada es muy importante para favorecer la cicatrización y reducir la posibilidad de dolor, hemorragia e inflamación. Evite esfuerzos excesivos de cualquier tipo. Puede llevar a cabo su vida normal, pero cuanto más reduzca su actividad física mejor se sentirá, especialmente los dos primeros días.
- Es aconsejable limitar el consumo de tabaco y especialmente del alcohol, durante los cuatro primeros días después de la intervención.
- Enjuáguese con Cariax o Perio-Aid dos veces al día, durante dos minutos, las primeras semanas después de la intervención.
Póngase en contacto con la clínica :
- En caso de hemorragia intensa.
- En caso de dolor intenso a pesar de la medicación.
- Si la medicación le provoca reacciones anormales.
- Si se desprende el cemento periodontal.
- Si tres o cuatro días después de la intervención aumenta el dolor.
- Si aparece temperatura después de las primeras 48 horas.
- Si tiene usted cualquier duda sobre cualquiera de las normas señaladas anteriormente.